miércoles, 14 de mayo de 2014

¿Y los cuidadores qué?

¿Y los cuidadores qué?

Es usual que al enfrentarnos a una enfermedad crónica toda la atención este puesta sobre el paciente pues es quien se ve directamente afectado, pero por esto mismo muchas veces nos olvidamos de quienes los rodean y especialmente de quienes los cuidan que cumplen un papel  importantísimo en el proceso. Por eso, la nota de hoy está dedicada a ellos.



Para empezar es importante tener claro quién es el cuidador. Como se puede deducir, un cuidador es la persona responsable del cuidado de un ser querido enfermo. Ello implica estar la mayor parte de tiempo con él, ayudarlo en las actividades cotidianas como la alimentación, el baño y el desplazamiento y brindarle apoyo para manejar sus emociones, entre otros

Si tú cuidas a un ser querido que recibe tratamiento para alguna enfermedad puedes considerarte su cuidador y con lo que haces:
-      Le demuestras que estas comprometido a brindarle toda la ayuda y apoyo posibles.
-      Haces una diferencia en su calidad de vida y bienestar
-   Ayudas a marcar una pauta de respeto y cuidado para otros miembros de la familia,   independientemente de sus situaciones.



Es normal que te sientas estresado y preocupado en este momento pues al igual que tu ser
querido puedes sentir tristeza, inquietud, rabia o enojo ya que en esta labor te enfrentas a muchos desafíos como:
-          Estrés físico y emocional
-           Menos tiempo para la vida familiar
-          Necesidad de equilibrar las responsabilidades laborales con las de cuidado del paciente
-          Dificultades económicas
-          Falta de privacidad
-          Sentimientos de aislamiento y soledad
-          Demandas excesivas por parte de tu familiar enfermo
-          Falta de tiempo para ti mismo



¡Por ello, parte del reto es aprender a atender tus propias necesidades porque TÚ TAMBIÉN ERES IMPORTANTE!

No permitas que tus responsabilidades te abrumen:
-          Busca apoyo y ayuda de otros familiares o personas cercanas a la familia para repartir cargas.
-          Concéntrate en hacer las cosas más importantes; puedes dejar las tareas menos importantes para después.
-          Aprende a escucharte: reconoce cuando te estas excediendo y necesitas una pausa. Si necesitas descansar, ¡descansa!
-          Pasa algún tiempo solo para pensar en tus emociones.
-      Expresa tus sentimientos: no tienes que parecer contento en todo momento; es aceptable mostrar emociones como tristeza y enojo.
-          Dedícate tiempo a ti mismo para hacer actividades que te gusten y te relajen
-          No te aísles: mantén las relaciones con tus amigos y demás familiares
-          Si te sientes culpable, recuerda que ¡estás haciendo tu mayor esfuerzo!
-         No te castigues si no lo haces todo bien: todos nos equivocamos a veces cuando estamos muy preocupados. ¡Nadie es perfecto!

Y sobre todo: !SE AMABLE CONTIGO MISMO!

¿Cuándo pedir ayuda?
Mientras cuidas a un ser querido es posibleque dejes a un lado tus propias necesidades;pero esto puede ser malo para lasalud.Por ello, es importante que pidas ayudacuando presentes síntomas tales como:
-          Aumento de irritabilidad
-          Problemas de sueño
-          Pérdida de energía, fatiga
-          Problemas físicos (palpitaciones, temblores, dolores, etc.)
-          Problemas de memoria
-          Dificultad para concentrarte
-          Menor interés en personas y/o actividades que antes eran objeto de interés
-          Aumento o disminución de apetito
-          Cambios de humor
-          Dificultad para superar sentimientos de depresión o ansiedad

Y recuerda que pedir ayuda NO es signo de debilidad.
Si lo necesitas consulta a un profesional.        
En la CRC estamos para ayudarte