¿Y los cuidadores qué?
Es usual que al enfrentarnos a una enfermedad crónica toda la atención
este puesta sobre el paciente pues es quien se ve directamente afectado, pero
por esto mismo muchas veces nos olvidamos de quienes los rodean y especialmente
de quienes los cuidan que cumplen un papel
importantísimo en el proceso. Por eso, la nota de hoy está dedicada a
ellos.
Para empezar es importante tener claro quién es el cuidador. Como se
puede deducir, un cuidador es la persona responsable del cuidado de un ser
querido enfermo. Ello implica estar la mayor parte de tiempo con él, ayudarlo
en las actividades cotidianas como la alimentación, el baño y el desplazamiento
y brindarle apoyo para manejar sus emociones, entre otros
Si tú cuidas a un ser querido que recibe tratamiento para alguna
enfermedad puedes considerarte su cuidador y con lo que haces:
- Le demuestras que estas comprometido a brindarle
toda la ayuda y apoyo posibles.
- Haces una
diferencia en su calidad de vida y bienestar
- Ayudas a marcar una pauta de respeto y cuidado
para otros miembros de la familia, independientemente de sus situaciones.
Es normal que te sientas estresado y preocupado en este momento pues
al igual que tu ser
querido puedes sentir tristeza, inquietud, rabia o enojo ya
que en esta labor te enfrentas a muchos desafíos como:
-
Estrés físico y emocional
-
Menos
tiempo para la vida familiar
-
Necesidad de equilibrar las responsabilidades
laborales con las de cuidado del paciente
-
Dificultades económicas
-
Falta de privacidad
-
Sentimientos de aislamiento y soledad
-
Demandas excesivas por parte de tu familiar
enfermo
-
Falta de tiempo para ti mismo
¡Por ello, parte del
reto es aprender a atender tus propias necesidades porque TÚ TAMBIÉN ERES
IMPORTANTE!
No permitas que tus
responsabilidades te abrumen:
-
Busca apoyo
y ayuda de otros familiares o personas cercanas a la familia para repartir cargas.
-
Concéntrate
en hacer las cosas más importantes; puedes dejar las tareas menos importantes
para después.
-
Aprende a
escucharte: reconoce cuando te estas excediendo y necesitas una pausa. Si
necesitas descansar, ¡descansa!
-
Pasa algún
tiempo solo para pensar en tus emociones.
- Expresa tus
sentimientos: no tienes que parecer contento en todo momento; es aceptable
mostrar emociones como tristeza y enojo.
-
Dedícate
tiempo a ti mismo para hacer actividades que te gusten y te relajen
-
No te
aísles: mantén las relaciones con tus amigos y demás familiares
-
Si te
sientes culpable, recuerda que ¡estás haciendo tu mayor esfuerzo!
- No te
castigues si no lo haces todo bien: todos nos equivocamos a veces cuando
estamos muy preocupados. ¡Nadie es perfecto!
Y sobre todo:
!SE AMABLE CONTIGO MISMO!
¿Cuándo pedir ayuda?
Mientras cuidas a un ser querido es posibleque dejes a un lado tus
propias necesidades;pero esto puede ser malo para lasalud.Por ello, es
importante que pidas ayudacuando presentes síntomas tales como:
-
Aumento de
irritabilidad
-
Problemas de
sueño
-
Pérdida de
energía, fatiga
-
Problemas
físicos (palpitaciones, temblores, dolores, etc.)
-
Problemas de
memoria
-
Dificultad
para concentrarte
-
Menor
interés en personas y/o actividades que antes eran objeto de interés
-
Aumento o
disminución de apetito
-
Cambios de
humor
-
Dificultad
para superar sentimientos de depresión o ansiedad
Y recuerda que pedir ayuda NO es
signo de debilidad.
Si lo necesitas consulta a un profesional.
En la CRC estamos para ayudarte